Muy cerca de El Anciano Rey de los Vinos se encuentra la Plaza Mayor de Madrid. Su origen se encuentra en el siglo XVI, cuando en ese lugar -conocido como plaza del Arrabal- tenía lugar el principal mercado de la ciudad. A fin de regular la actividad comercial que allí se producía, se edificó una casa porticada.

Pero después de trasladar la corte a Madrid, Felipe II le encargo a su arquitecto preferido, Juan de Herrera, la construcción de una plaza al nivel del nuevo rango de la ciudad. En 1590 se empieza a construir el primer edificio de la nueva plaza, la Casa de la Panadería, justo donde se encontraba el edificio del antiguo mercado. Las obras continuarían hasta 1619, cuando Juan Gómez de Mora puso fin a tan magna obra.

Pero no fue todo tan sencillo, ya que la plaza padeció tres grandes incendios a lo largo de su historia. El último ocurrió en 1790 y fue de tal magnitud que la reconstrucción se prolongó hasta mediados del siglo XIX cuando, además, se colocó la célebre estatua de Felipe III que se encuentra en el centro de la plaza.

Lo que no todo el mundo sabe, es que la Plaza Mayor de Madrid tuvo muchos y variados usos a lo largo de su historia. Desde ser el mercado más importante de Madrid, hasta escenario de los diversos actos públicos: corridas de toros, ejecuciones, autos de fe de la Inquisición… En la actualidad la plaza se sigue utilizando para muchos actos públicos, desde espectáculos musicales hasta ferias o mercadillos de diversos tipos.

En resumidas cuentas, la Plaza Mayor se ha convertido en uno los centros turísticos más importantes de España y lo mejor es que te pilla muy cerquita de El Anciano Rey. Así de paso conoces también una de las pocas tabernas auténticas que quedan en Madrid.