Cuando los turistas llegan a nuestra ciudad quedan fascinados por muchos elementos arquitectónicos que se encuentran en nuestras calles. Pero si hay algo que realmente fascina son las llamadas puertas de Madrid.

No están todas las que son, pero si son todas las que están. Hoy te acercamos 5 de las  más conocidas puertas de Madrid. ¿Nos acompañas?

  • La más conocida, sin duda, es la Puerta de Alcalá. Fue construida en 1778 y diseñada por Francisco Sabatini en honor a Carlos III como rey de España. La Puerta de Alcalá aparece en muchas postales, ya que es uno de los emblemas de Madrid. Está ubicada entre el Parque del Retiro y la Plaza de Cibeles. 

 

  • La Puerta de Toledo. Fue dedicada a Fernando VII y a la independencia española tras el enfrentamiento con la ocupación francesa en el siglo XIX  y fue diseñada por el arquitecto español Antonio Aguado. Actualmente, la Puerta de Toledo es considerada un monumento de la ciudad. Las restauraciones realizadas por el Ayuntamiento de Madrid en 1995 permitieron que recobrara  parte del aspecto original.    

 

 

  • Puerta de San Vicente. En 1726, el marqués de Vadillo encargó a Pedro de Ribeira que construyera una puerta monumental cerca de la ciudad con la finalidad de sustituir a una puerta anterior, en estado ruinoso, llamada “del Parque”. La nueva puerta que Ribeira había construido se exhibió como adorno a una estatua de San Vicente, dando lugar al origen del nombre. En 1770 fue derribada la puerta para reordenar la zona que daba salida al Palacio Real, después de haber sido reconstruido tras el incendio que arrasó el viejo alcázar. Francisco Sabatini, el mismo que diseñó la Puerta de Alcalá y que se encargó de concluir las obras del Palacio Real, fue el encargado de levantar de nuevo la Puerta de San Vicente, situándola más cerca del río. En 1892 se desmontó, y algunas de sus piezas se aprovecharon para adornar la Plaza de Cibeles. En 1995, de nuevo resurgió la Puerta de San Vicente: para su realización se utilizaron los planos de Sabatini y una fotografía tomada por Jean Laurent poco antes de morir.

 

  • Puerta de Hierro. Se construyó durante el reinado de Fernando VI, en 1751. La Puerta de Hierro constituía el acceso a una zona restringida donde acudía a cazar el rey Fernando VI. Este espacio estaba delimitado por una valla de piedra, ladrillo y alambrada, de la que todavía hoy se conservan algunos restos. En este perímetro, en el que se cuentan diversas propiedades reales, crecieron varias poblaciones, como son El Pardo y Mingorrubio. Esta puerta, a diferencia de las demás, está separada de la metrópoli, pero cerca del palacete conocido como Quinta de Goya, donde el famoso pintor tenía instalado su taller. De hecho, se encuentra emplazada en una encrucijada de carreteras, lo que provocó, durante una de las últimas ampliaciones llevadas a cabo en la Carretera de La Coruña, que hubiera que desmontarla pieza a pieza para alejarla unos metros de su ubicación tradicional.

 

 

 

  • La Puerta de Felipe IV. Es uno de los accesos más emblemáticos del Parque del Retiro. Fue construida en 1680 y diseñada por el arquitecto Melchor de Bueras para conmemorar la entrada de la reina María Luisa de Orleans, la primera esposa de Carlos II. No obstante, Melchor de Bueras tenía otro objetivo en mente con su proyecto: servir de cierre al Real Sitio del Buen Retiro. La Puerta de Felipe IV fue trasladada en dos ocasiones: el primero, durante el reinado de Isabel II, y el segundo, en 1992, año en el que fue devuelta a los Jardines del Buen Retiro, curiosamente, tal y como lo quería Melchor de Bueras.