Prácticamente al lado de El Anciano Rey se encuentra la bellísima plaza de Oriente, junto a edificios tan emblemáticos como Teatro Real, el Palacio Real o la Catedral de la Almudena.

Aunque era un proyecto antiguo (ya se hablaba de ello en el siglo XVIII), el principal valedor de la construcción de esta plaza fue el rey José I, hermano de Napoleón Bonaparte, que empezó por derribar las antiguas casas que ocupaban el espacio de lo que hoy es la plaza y  que no acabó de construirse hasta mediados del siglo XIX.

La plaza acoge diferentes jardines artísticos y una colección de 20 esculturas de monarcas españoles, entre las que destaca la efigie de Felipe IV, obra del escultor Pietro Tacca en el siglo XVII. Se considera la primera estatua del mundo que se sujeta solamente por las patas traseras del caballo. Inicialmente la plaza albergó 44 esculturas, pero en 1927 se redujeron a tan sólo 20.

Los jardines han cambiado mucho a lo largo de los años. Hasta los años cuarenta del siglo pasado, se disponían en círculo alrededor del monumento a Felipe IV, situado en el centro del recinto. Sin embargo, en el actual diseño los jardines se disponen cuadricularmente y las veinte estatuas de los monarcas se sitúan longitudinalmente a los lados de la estatua de Felipe IV.

Por último nos referiremos a la denominación de «oriente», ya que no está muy claro. Una idea es que la plaza se encuentra al oriente del Palacio Real, mientras que otra, más curiosa, es que la condición de masón del rey José I (conocido popularmente en Madrid como Pepe Botella), y por la cual debía obediencia al «Gran Oriente de Francia», sería el orígen del nombre.

Ah, y un detalle interesante. Durante una remodelación reciente de la plaza se descubrieron restos de la antigua muralla árabe de Madrid, construida en el siglo IX. Si quieres ver dichos restos, tienes que entrar al parking subterráneo que se encuentra debajo.

Y cuando acabes tu visita a este precioso lugar, ya sabes que te estamos esperando en El Anciano Rey, para que además de ver puedas degustar el ambiente más castizo de Madrid.