El refranero español, que es muy sabio, tiene múltiples referencias a la felicidad y a la gastronomía, como que «a un hombre se le conquista por el estómago» o «Más vale pan con amor, que gallina con dolor», «Come pan, bebe agua y vivirás larga vida» y un largo etcétera. Pues bien, la verdad es que como el día 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad y nosotros somos muy felices, hemos pensado que qué mejor oportunidad que esta para hablar de cómo podemos ser más felices comiendo mejor.

Lo dicen psicólogos, psicoanalistas, políticos, pensadores, jurídicos, policías y hasta las madres: «Sed felices y comed perdices». Y hombre, las perdices están buenas (no tanto como para comerlas todos los días), pero la felicidad y la comida siempre van de la mano.

Y resulta que no solo es porque haya platos que de buenos que están nos proporcionan una felicidad inmediata, sino que, además, los alimentos tienen componentes que pueden, químicamente, afectar a nuestro estado de ánimo.

Por ejemplo, la depresión se relaciona con la inflamación crónica, y dado que la carne es proinflamatoria, aconseja reducir su presencia en los menús de aquellas personas que tengan tendencia a la tristeza. Los expertos nos dicen que para alimentar un buen estado de ánimo, esta experta recomienda incorporar a diario las especias para dar sabor a los platos, ya que son antiinflamatorias, y aconsejan consumir pescado azul al menos dos veces por semana, ya que es rico en Omega 3 y también tiene un gran poder antiinflamatorio.

Y además de las propiedades de los alimentos, nutricionistas como Carmen Escalada y Andrea Marqués, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, explican que para ser más felices y estar más animados no solo es importante lo que se come, sino además cómo se come. En tranquilidad, buena compañía, en un sitio acogedor…

ara mejorar nuestro estado de ánimo, Carmen Escalada, diplomada en nutrición y dietética, y postgrado en nutrición clínica y deportiva, destaca la importancia de consumir alimentos ricos en magnesio, “un mineral que interviene directamente en la producción de energía aumentando nuestra vitalidad”.

La cocina de la felicidad
El chocolate negro es un gran alimento para la felicidad. 

En ese sentido, aconseja tomar cacao en polvo puro en el desayuno, frutos secos como nueces, almendras o anacardos en los medios tiempos, es decir entre las comidas principales, y legumbres al menos una vez a la semana.

Escalada señala que también “debemos cuidar el consumo de triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, que nos ayudará a mejorar nuestro bienestar emocional sintiéndonos más tranquilos y relajados”.

“Algunas fuentes naturales de triptófano son la carne roja, la leche, los huevos, las legumbres y cereales integrales y, por supuesto, el chocolate negro, del que podemos consumir 1-2 onzas al día después de la comida o de la cena”, asegura.

Sea como sea que te sientas, vente a El Anciano Rey de los Vinos. Aquí estaremos dispuestos a hacerte feliz con nuestras propuestas culinarias en cualquier momento!