La calle de Alcalá es una de las principales arterias de Madrid (tanto en tráfico, como en actividad comercial), además de ser la calle más larga de Madrid. Su construcción comenzó a principios del siglo XV, por lo que es la calle más antigua de Madrid.

La calle de Alcalá nace en el centro mismo de España, en el kilómetro cero de la Puerta del Sol. Su recorrido va directo a lugares emblemáticos como la Real Casa de la Aduana o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En el cruce con la calle Sevilla encontraremos la Iglesia de las Calatravas, muy recomendado visitarlo.

Durante gran parte del siglo XIX, la calle de Alcalá era conocida como la calle de los banqueros, pues fue el centro del poder financiero no solo de la capital, ¡sino de toda España!

Además, una vez al año se celebra la tradicional fiesta de la trashumancia que consiste en la reivindicación de los pastores al uso de la vía como cañada y podemos ver a un gran rebaño de ovejas paseando por el centro de la capital.