El gazpacho andaluz es uno de los platos más famosos de España, sobre todo porque se trata de una sopa bien fría ideal para los meses de verano. Su origen es poco conocido,  aunque normalmente se lo ha considerado un plato del interior de Andalucía, donde abundan las verduras y el aceite de oliva. por lo que se le conoce con el nombre de gazpacho andaluz.

Aunque en el siglo XVIII el primer diccionario de la Real Academia Española  ya lo menciona como:

“Cierto género de sopa o menestra, que se hace regularmente con pan hecho pedazos, aceite, vinagre y ajos y otros ingredientes conforme el gusto de cada uno. Es comida regular de segadores y gente rústica”,

lo cierto es que parece que su origen se remonta como mínimo a Al-Andalus del siglo VIII, donde se preparaba una sopa con pan, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal y agua, machacados y servidos como una sopa. Y decimos cómo mínimo porque hay quien sugiere que puede proceder de la «posca», una bebida a base de vinagre y agua que los soldados romanos que llegaron a Hispania mojaban en pan con aceite.

Incluso el famoso poeta romano Publio Virgilio Marón mencionada una bebida muy refrescante llamada «moretum», preparada con ajo, hierbas aromáticas y vino avinagrado. Por su parte, los griegos tomaban una mezcla de agua, cebada y hierbas, llamada “kykeón”.

Pero los datos más concretos de los que hoy se conoce como gazpacho datan del siglo XVI, cuando el tomate y el pimiento (que hoy son indispensables en el gazpacho) llegaron de América. Posteriormente pasó de ser un plato humilde a ser consumido por las clases sociales más altas, que añaden la costumbre de poner tropezones (trozos de verduras).

Y finalmente fue Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, quien llevó la receta a Francia y la internacionalizó rápidamente.

Pero la cuestión es que España si no hay gazpacho, no hay verano. Y si quieres probar uno bien frío, hecho de la forma tradicional y con los ingredientes más frescos, no tiene más que venir a El Anciano Rey, donde lo hacemos de maravilla.