Y seguimos recopilando algunas curiosidades de Madrid poco conocidas.

  • Madrid es la capital más alta de Europa. De hecho se encuentra emplazada sobre una gran meseta a 650 metros sobre el nivel del mar.
  • La casa más estrecha de Madrid está situada en el número 61 de la calle Mayor y apenas tiene cuatro metros de ancho. Curiosamente en ella vivió y murió uno de los más importantes autores de la literatura española: Calderón de la Barca.
  • El primer hotel de Madrid data de 1610 y se llamó «la Posada del Peine». Curiosamente fue creada por Juan Posada, un apellido muy adecuado para ese negocio.
  • El barrio de Malasaña se llama así en honor a la bordadora Manuela Malasaña, que fue ejecutada el 2 de Mayo de 1808 por los franceses. A modo de homenaje los vecinos le dedicaron el nombre de una calle primero, y luego el del barrio entero.
  • El cocodrilo de la iglesia de San Ginés. Según se dice, Alonso de Montalbán, aposentador de los Reyes Católicos, fue perseguido en América por un enorme caimán. Para salir indemne rezó a la Virgen y así pudieron darle caza. Cuando regresó a Madrid ordenó exponer al animal disecado. Y así estuvo hasta hace poco tiempo ya que para evitar aglomeraciones de turistas escondieron al cocodrilo en una capilla.
  • En la Plaza de las Cortes hay un curioso carrillón donde a las las 12h y las 20h  salen unas curiosas figuritas que simbolizan a Goya, la Duquesa de Alba, el torero Pedro Romero, el rey Carlos III y una «Manola».
  • El reloj de la Puerta del Sol no es el más grande de Madrid, ya que este honor lo tiene el de la estación de Atocha. De hecho, sus manecillas miden 5 y 7 metros de largo.
  • El cierre de la boca del caballo de la estatua de Felipe III en la Plaza Mayor no es un capricho. Se debe a que, cuando se proclamó la II República, alguien puso un explosivo en la boca del caballo y, al estallar, aparecieron multitud de pequeños huesos. Pertenecían a gorriones que se refugiaban en la boca del caballo y que después no podían salir. Por eso, cuando se reconstruyó la estatua, se hizo el caballo con la boca cerrada para evitar que los pequeños vecinos alados de Madrid murieran de forma tan cruel.

Y como siempre te decimos, para conocer bien Madrid lo mejor es visitar sus sitios más castizos, como el Anciano Rey de los Vinos, una de las escasas tabernas de Madrid que aún quedan abiertas.