Apetecen en cualquier época, pero igual es en invierno cuando mejor sienta este plato calentito y calórico, como ninguno. Y es que los «Callos a la madrileña» es un auténtico manjar para los sentidos, eso sí, si te gustan los platos de cuchara. Nosotros lo elaboramos con la receta tradicional: con su todo, que no falte su chorizo y su morcilla, por supuesto.

Es uno de esos platos ancestrales y tradicionales que ayudaban en antaño, y también ahora, a combatir los fríos inviernos del foro.

Es curioso cómo, cuando vienen extranjeros a nuestra taberna centenaria, que saben «un poquito» de español, preguntan si los callos son de las patas de las vacas o del cerdo ;-). Y es natural, tenemos un lenguaje muy rico en expresiones y palabras, y no en todos los países se acostumbra a cocinar el estómago de ternera o cerdo. Y cuando lo explicamos, nos encontramos con tres reacciones diferentes: caras de «eso lo tengo que probar yo», o de «no me lo puedo creer que eso se coma» y también los hay de los que dicen con los ojos «no lo pruebo, no sea que…».

Y los que se atreven a probarlo, repiten. Y es que la cocina tradicional, que durante mucho tiempo atrás se ha sustituido por otras ofertas más vanguardistas, está ahora volviendo a todo su esplendor. Y… qué queréis que os digamos: un domingo al mediodía, una cervecita o un vinito con una tapa de callos es una delicia para el cuerpo, un aliciente para el alma y una manera de celebrar un día festivo de la manera más sana.

Así que ya sabes: si este domingo no sabes qué hacer, vente a darte un paseo por el Madrid más castizo y siéntate en nuestra terraza a probar nuestra delicia de callos a la madrileña! ¡Te esperamos!