Durante tus paseos por Madrid no pueden faltar rutas por sus parques más representativos y significativos de la ciudad donde podrás disfrutar del aire libre. 

El Parque del Buen Retiro es uno de los más conocidos y emblemáticos de la ciudad. El origen de su nombre viene porque durante el reinado de Felipe II se concretó el uso de la zona como lugar del retiro y recogimiento religioso.

El Parque del Retiro alberga varios elementos históricos, como la estatua del Ángel Caído, única estatua en el mundo dedicada al diablo, o la fuente de los Galápagos, que conmemora el nacimiento de Isabel II. 

El Parque del Buen Retiro no solo te ofrece un remanso verde en el centro de la ciudad para que puedas observar el Ciprés Calvo, el árbol más antiguo de Madrid, sino que también te ofrece como opción disfrutar de la cultura, el ocio y el deporte en lugares como el Estanque Grande o el Palacio de Cristal. El Retiro, sin duda, es uno de los lugares favoritos por los turistas y madrileños para pasar el día.  

 

Otro ejemplo sería El Pardo, un bosque que está a 15 kilómetros del centro de Madrid. Este lugar está vinculado con la historia de España desde que en el siglo XV Enrique III de Castilla lo convirtiera en uno de sus lugares favoritos para cazar. 

Más tarde, Carlos V construyó un palacio y durante el reinado de Felipe V se usaba como residencia habitual de la corte entre la Epifanía y el Domingo de Ramos. 

Durante la Guerra Civil y hasta 1975 fue la residencia oficial de Franco, y actualmente está gestionado  como uno de los Sitios Reales por Patrimonio Nacional. El Palacio Real de El Pardo no solo destaca por su belleza arquitectónica, sino también por su decoración interior,  donde se encuentran algunos tapices de Goya. 

En El Pardo también encontramos el Convento Franciscano del Cristo, conocido también como El Cristo del Pardo, o la Casita del Príncipe, construida en el siglo XVII. 

 

Por último, la Casa de Campo: el mayor parque público de Madrid. Su origen se remonta a cuando Felipe II decidió trasladar la Corte a Madrid y residir en ella. Con el comienzo de la Segunda República en 1931, el lugar fue cedido al pueblo de Madrid el 1 de mayo de ese mismo año y desde ese entonces el lugar fue abierto al público. 

No obstante, durante la Guerra Civil se destruyeron muchas construcciones militares antiguas y se crearon otras nuevas que actualmente se pueden ver.