Como cualquier otra ciudad con una larga historia como Madrid, hay personajes que han influido de forma decisiva para llegar a ser la que es hoy. Te contamos quienes eran algunos de ellos.

El patrón de la ciudad: San Isidro (1082 – 1172)

Nació en el antiguo Mayrit, fundada por los árabes. Entre guerras de religión, Isidro predicó la paz entre ellas. Poco a poco este labrador fue adorado por los madrileños. Se sabe que fue zahorí a la búsqueda de pozos. Se casó con María de la Cabeza y tuvieron un hijo llamado Illán. Se cuentan distintos milagros realizados por el Santo; el más famosos señala cómo rescató a su hijo de las profundidades de un pozo gracias a sus rezos.

El Príncipe de los Ingenios: Francisco de Quevedo (1580 – 1645)

El gran genio de las letras del siglo de oro nació con importantes deformidades en los pies y una fuerte miopía. Su familia, de situación acomodada, le procuró una excelente formación y pudo estudiar en las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid. Durante su paso por ellas nació su famosa enemistad con el también escritor Luis de Góngora, quien llego a referirse a Quevedo como «protodiablo».

La afición del escritor por las tabernas era muy conocida, y existen muchos relatos de sus andanzas en ellas. Una vez, al salir en defensa de una dama, Quevedo retó en duelo al ofensor. Francisco ganó el duelo, que se celebró en la Plaza de las Descalzas y donde existe una placa rememorando el acontecimiento.

Quevedo destacó en varios géneros literarios, sobre todo en la picaresca y la sátira. Sin embargo, por avatares políticos, acabó en la cárcel.

El gran arquitecto: Pedro de Ribera (1681 – 1742)

Quien haya estado en Madrid seguro que, aún sin saberlo, ha admirado alguna de sus obras. Pedro de Ribera fue autodidacta. Posteriormente fue discípulo de Ardemans y de Churriguera. Fue también un gran seductor, como demuestran sus múltiples romances. Finalmente ingresó como carpintero en el ejército y allí potenció su carrera arquitectónica.

El rey Felipe V pretendía dar un vuelco al estilo arquitectónico de Madrid y se fijó en Ribera. Todo un acierto del que nacieron edificaciones como la Ermita de la Virgen del Puerto, el Puente de Toledo, el Cuartel de Conde Duque, la Iglesia de San Cayetano, la fachada del Monte de Piedad… Así, su legado obra sigue dando esplendor al Madrid del siglo XXI.

El Rey ilustrado: Carlos III (1716 – 1788)

Llegó al trono por casualidad, dado que sus hermanos Luis I y Fernando VI fallecieron, Se encontraba gobernando las posesiones españolas en Italia, cuando recibió el aviso de que debía ir a España a ocupar el trono.

Amable, austero y extremadamente culto, dotó a la ciudad de Madrid con instituciones tan importantes como el Observatorio Astronómico, el Museo del Prado o el jardín botánico, así como de monumentos tan importantes como La Cibeles, Neptuno y, cómo no, la famosísima puerta de Alcalá. Por algo Carlos III es conocido como “el mejor alcalde de Madrid».

Y de haber existido entonces seguro que todos estos personajes hubieran sido clientes de El Anciano Rey. Pero bueno, como tú si que puedes venir, aprovecha la ocasión.