Una de las terrazas más conocidas de Madrid es la de El Anciano Rey de los Vinos. Pero hoy es muy normal que con la llegada del buen tiempo cualquier establecimiento instale mesas y sillas en la acera. Esto ya es parte de la imagen de Madrid, pero ¿cómo nació esta costumbre?

El lugar exacto donde comenzó todo está muy cerca de la Puerta del Sol, específicamente en el Paso de Matheu, que une las calle de Espoz y Mina con la calle Victoria. Aquí fué donde los madrileños pudieron por primera vez tomar sus aperitivos al aire libre, ya que era una zona muy concurrida que estaba llena de bares donde muchas personas venían todos los días.

En ese punto se encontraba un convento. Cuando fue derruido, el rico comerciante de Madrid llamado Manuel Matheu construyó un bulevar al estilo de los de París que albergó la primera galería comercial de Madrid. Lo llamó «Equidad y Bazar de la Villa de Madrid».

Pero la galería, muy vanguardista a nivel arquitectónico, estaba cubierta por una estructura de hierro y cristal. En 1870, dos comerciantes franceses compraron dos de los locales y, para aprovechar el buen tiempo, instalaron las dos primeras terrazas en la entrada de la galería, importando así una costumbre tipicamente francesa. Una curiosidad es que si bien uno de los propietarios era monárquico y llamó a su local «Café de París», el otro era republicano y lo llamó «Café de Francia».

De esta manera, la costumbre de las terrazas se fue extendiendo gradualmente por toda la capital. Y poco después nació la de El Anciano Rey de los Vinos, que ahora es famosa en Madrid por sus vistas inigualables y la gastronomía que puedes disfrutar en ella.