Madrid está repleta de iglesias, ermitas, parroquias, oratorios y capillas. Algunas emblemáticas, y otras, prácticamente desconocidas, cuyo patrimonio, secretos y curiosidades merece la pena conocer. Te presentamos algunas de ellas. 

Iglesia de San Antonio de los Alemanes 

Conocida popularmente como la Capilla Sixtina de Madrid y está ubicada en la Calle de la Puebla, 22 . La Iglesia de San Antonio de los Alemanes fue construida entre 1624 y 1633. No obstante, la decoración interior que hoy vemos se añadió cuarenta años después. 

En sus inicios, junto con el hospital anejo, se dedicó a atender a enfermos y peregrinos portugueses de paso por Madrid. Por esta razón, originalmente el templo fue llamado San Antonio de los Portugueses. 

Con la independencia de Portugal en 1640, la iglesia cayó en desuso. Más tarde, Mariana de Austria, esposa de Felipe IV, promovió la cesión del templo y del hospital para atender a soldados del regimiento del rey y alemanes. De ahí su cambio de nombre a San Antonio de los Alemanes. 

La iglesia que en su día Felipe V calificó como “la joya de la corona” por su belleza interior, y que en 1972 fue declarada monumento histórico-artístico nacional, ofrece culto por las tardes y se dedica a visitas de interés turístico por las mañanas. 

Iglesia alemana de la Paz (Friedenskirche) 

¿Sabías que tras el muro que da al número 6 del Paseo de la Castellana se esconde una iglesia?

La Iglesia de la Paz se construyó entre 1907 y 1909 por orden de Guillermo II (último kaiser del imperio alemán), y desde entonces alberga una congregación protestante. El espacio escogido fue la finca contigua de la embajada alemana.

La razón por la que la iglesia evangélica alemana no se ve desde fuera es porque en los tiempos de su construcción no estaba bien visto el culto protestante en Madrid y evitaron construir torres o elementos sobresalientes que pudieran ser vistos desde el exterior. 

En su interior se encuentra la imagen del Cristo Pantocrátor, situada en la bóveda del ábside, y los dos rosetones góticos adornados de vidrieras en la fachada principal. También sobresale la lámpara de estilo visigótico, situada sobre los bancos para resaltar la importancia de los fieles, y un púlpito, de grandes dimensiones para el tamaño de la iglesia, tallado por Riegelmann.

El templo está plagado de columnas, cuyos capiteles tallados representan gran cantidad de símbolos: águilas, leones, monstruos antropófagos o el emperador Guillermo II. Además, de una de las galerías cuelga un retrato de Martín Lutero.

Real Basílica de San Francisco El Grande 

Esta monumental basílica de estilo neoclásico destaca por la riqueza artística que posee en su interior, con lienzos de Goya o Zurbarán. Además, su cúpula es la más grande de España y la cuarta de Europa. 

 El templo se construyó sobre el terreno que se le ofreció a San Francisco de Asís tras su paso por Madrid en 1214 durante su peregrinaje a Santiago de Compostela. En ese mismo lugar se construyeron hasta tres templos posteriores al actual durante el siglo XVII. 

 Entre 1761 y 1784, después de que en 1760 fuese derribado el templo, Francisco Cabezas y Francesco Sabatini construyeron el que actualmente podemos ver. Además, en 1980 fue declarado Monumento Nacional. 

 Iglesia de San Ginés 

 En pleno centro de Madrid podemos encontrar una de las iglesias más antiguas de la capital y de las que más historias y leyendas alberga entre sus muros. 

 Fue construida en 1645 y, según cuentan, sobre los restos de una ermita mozárabe. 

 Su actual fachada principal, realizada en ladrillo y piedra en 1870, fue en su origen de estilo plateresco, aunque, tras ser destruida durante la Guerra Civil, sus adornos originales fueron eliminados tras la restauración realizada después de la contienda.

 La Iglesia de San Ginés destaca, sobre todo, por su patrimonio artístico. Son muchos los fieles y los turistas que vienen a visitar diariamente este lugar, testigos, entre otros eventos, del bautismo de Quevedo y del matrimonio de Lope de Vega. o para admirar obras emblemáticas que acoge en su interior, como La purificación del templo, del Greco, o para venerar y pedir favores a la figura de San Judas Tadeo.