Hoy queremos fijarnos en algo en lo que por las prisas o porque está escondido, no reparamos nunca: la Cuesta de la Vega. Además de que es una calle de Madrid llena de una gran belleza y una delicia para los ciclistas y los chiquillos en patinete, resulta que alberga un trozo de la historia de Mayrit (Madrid) más que suculenta.

La Cuesta de la Vega en Madrid se extiende sobre uno de los barrancos que sirvieron de defensa natural a la ciudadela musulmana de Mayrit. Sigue la dirección este-oeste y, tras salvar un fuerte desnivel, pone en comunicación la calle Mayor con el valle del río Manzanares. Arranca junto a la cripta neorrománica de la Catedral de la Almudena y, bordeando la cerca de los jardines del Campo del Moro, llega hasta el Parque de Atenas, en la zona de influencia de la calle de Segovia.

Toma su nombre de la desaparecida Puerta de la Vega, uno de los tres accesos con los que contaba la antigua muralla árabe. Esta construcción fue erigida durante la dominación islámica de la Península Ibérica, en una fecha indeterminada comprendida entre los años 860 y 880. Defendía la almudaina, que puede considerarse como el núcleo fundacional de la ciudad. Fue levantada por el emir cordobés Muhammad I (852886) para asegurar la defensa de Toledo ante las incursiones cristianas procedentes del norte peninsular.2

De este recinto amurallado se conservan diferentes restos diseminados. Los más importantes se encuentran en la Cuesta de la Vega y consisten en un lienzo de piedra de caliza y sílex, de aproximadamente 120 m de longitud, donde se aprecian las pautas habituales de la arquitectura militar andalusí: torres de planta cuadrangular, con zarpa en la base, y con una disposición poco saliente con respecto al muro principal.

En el subsuelo de la plaza de la Armería existe otro tramo de muralla, de unos 70 m de largo. Fue descubierto entre 1999 y 2000,3​ durante las obras de construcción del Museo de Colecciones Reales, que, una vez terminado, albergará diferentes fondos pertenecientes a Patrimonio Nacional, entre ellos los depositados en el actual Museo de Carruajes.

También en esta calle se encontraba el palacio de la Cuesta de la Vega construido como residencia de la infanta María Teresa, hermana de Alfonso XIII y de su marido, Fernando de Baviera.