Cerramos hoy el recorrido del Madrid más fantasmal con más leyendas interesantes:

El fantasma de las carboneras. Se dice que la fundadora del convento del Corpus Christi o de las Carboneras siempre iba puntualmente al refectorio a rezar el rosario. El problema es que también lo hacía después de muerta.

La misa del Buen Suceso. Al parecer un mayordomo del duque de Alba fue un día a misa, allá por 1656. Una joven dama se colocó en el banco de delante. Cuando al final de la homilía el hombre se acercó a saludar a la dama, que seguía sentada delante, vio que la mujer tenía el rostro de la muerte.

Las endemoniadas de San Plácido. Según parece las novicias de este convento fueron poseídas por demonios. Se practicaron exorcismos, pero no funcionaron. Posteriormente la Inquisición determinó que la causa era que un sacerdote había cometido actos poco edificantes con las novicias.

El demonio de la Casa de Correos. Mientras construían la Real Casa de Correos, los albañiles fueron visitados por el demonio, que afirmó que el nuevo edificio estaba maldito y por eso era propiedad de Satanás. La cosa llegó a tanto que las obras se detuvieron y el caso acabó en manos de la Inquisición.

La maldición de Valmores. Una mujer ordenó el asesinato de la amante de su marido en el poblado de Valmores. La amante se refugió en la iglesia del pueblo pero fue asesinada ante la imagen de la Virgen. La aldea sufrió un castigo divino por el acto, que supuso el traslado de la población a Olmeda de las Fuentes.

Y si te atreves, ya sabes, vente a El Anciano Rey. Fantasmas no hemos visto aquí, pero tampoco nos extrañaría que alguno de ellos venga un día a tomarse un buen vinito.