Como antigua ciudad que es, Madrid tiene también su tradición de fantasmas. La mayoría como no, habitan en edificios y lugares muy emblemáticos, algunos muy cercanos a El Anciano Rey de los Vinos, como los del Palacio Real de los que hablamos en un post anterior.

Así que para ayudarte a planificar un tour fantasmal por Madrid, en este y posteriores posts os hablaremos sobre los espectros más famosos de la ciudad.

El Museo Reina Sofía. Durante mucho tiempo los guardias de seguridad hablaban de voces, ascensores que funcionaban solos, puertas que se abrían y cerraban, o alarmas que saltaban sin motivo. Al parecer todo se debe a la construcción del edificio sobre un cementerio. Cuando tiempo después el edificio se convirtió en el actual museo, se encontraron cadáveres momificados en una antigua capilla.

La cabeza cortada. No muy lejos de El Anciano Rey se encuentra la calle de La Cabeza, llamada así por una macabra historia. Un mayordomo asesinó a su señor, un sacerdote, al que cortó la cabeza. El sirviente huyó para regresar años más tarde como hombre adinerado. Para celebrarlo, adquirió una cabeza de carnero, que era un manjar en aquellos tiempos. Pero un alguacil le detuvo debido al rastro de sangre que iba dejando. Sin embargo, al mostrársela, lo que apareció fue la cabeza cortada del sacerdote.

La Casa de las Siete Chimeneas. Esta casa, también situada en el entorno de El Anciano Rey, alberga actualmente el Ministerio de Cultura. Pero también alberga un fantasma que recorre sus estancias y que tiene un nombre: Elena. No se sabe muy bien la razón por la que siente tanto apego a la casa, ya que existen varias versiones, pero el caso es que de cuando en cuando se vuelve a hablar de la presencia de Elena en tan simbólico edificio.

El Palacio de Linares. Este magnífico edificio frente a La Cibeles acoge ahora la Casa de América, pero también tiene su propio fantasma: Raimunda. Se trata de una niña que fue fruto de una relación incestuosa y, para evitar el escándalo, fue asesinada. Desde entonces parece ser que recorre el palacio cantando y llamando a sus padres.

La Calle del Príncipe. En esta calle vivía una mujer cuyo novio, un alférez del ejercito, tuvo que enrolarse en un barco de la tristemente famosa «Armada Invencible». Antes de partir dijo que si resultaba muerto en la batalla lo sabría antes que nadie. Meses después una corriente de aire entró en el dormitorio de la doncella, abriendo un escritorio de forma muy extraña. Muy poco después le llegó la noticia de la muerte del alférez.

Y ya sabes, si te animas a hacer este particular recorrido madrileño, no te olvides de visitar El Anciano Rey de los Vinos. No sabemos si verás fantasmas o no, pero una estupenda experiencia gastronómica en nuestra casa no te la quita nadie.